El arte rupestre del Valle del Tamanart lo constituyen grabados en los afloramientos y paredes rocosas. Incisión, abrasión, piqueteado…, trazos finos, profundos o gruesos…, son las técnicas de grabado utilizadas en la realización de estas manifestaciones rupestres al aire libre sobre rocas de cuarcita y arenisca.
Estilos y tamaños diferenciados se combinan en superficies más o menos patinadas o alteradas.
En cuanto a la iconografía destaca la temática zoomorfa, elefantes, rinocerontes, antílopes, jirafas, bóvidos, cápridos, carnívoros, aves…, en menor medida también se han podido documentar antropomorfos, hachas, carros, formas geométricas…
Por la cantidad, calidad y variabilidad morfológica y técnica de sus figuraciones, el sitio de Tachokalt, el más meridional del oued, se consideró el referente emblemático de este núcleo artístico, ya que, cuantitativa y cualitativamente, ofrece unas posibilidades de análisis sin parangón en todo el valle. El lugar fue recurrentemente utilizado para la actividad artística en un lapso de tiempo muy prolongado, por lo que, a través del arte, podemos reconocer grandes cambios en la mentalidad de los seres humanos que han ido habitando la zona. Estos cambios se reflejan en variables de estilo, técnica y temática.